Ricardo Pinto Neira
Para muchos, el "Mocho" comparte el podio de los grandes defensores en la historia del club junto a Mario Soto y Luis Fuentes. Aunque más allá de las discusiones, hay una en que todos coinciden. Eduardo Gómez fue el defensor que más elegancia le regaló al fútbol chileno vistiendo los colores naranjas.
No por eso el entrenador campeón del mundo en México '86, el argentino Carlos Salvador Bilardo lo alabó al inicio de la Copa América '87 -donde Chile perdió la final con Uruguay- declarando que "hay un chico de apellido Gómez que juega en Chile y es central. Es un Beckenbauer...".
El inolvidable defensor recuerda esos años y asegura que "esa fue mi gran deuda en el fútbol. Junto con perder al final de la Copa Libertadores, no ser campeón de América con Chile es lo que me hubiese gustado hacer como futbolista. Pero con los años, uno valora más poder haber llegado a jugar esas instancias que haberlas perdido".
Gómez, quien llegó a Cobreloa a instancia de su hermano mayor, Rubén -el "Nene"- estuvo en Calama como volante de salida y no tuvo muchas oportunidades. "Tuve que ir a Arica porque en ese Cobreloa había muchos volantes en esa época y yo era joven. Me mandaron a préstamo para poder foguearme y tuve la suerte de hacer una gran campaña en el 80, justo ese año cuando Cobreloa ganó su primer torneo. Después vino esa decisión de Don Vicente Cantatore de cambiarme de posición" relata el ovallino.
Sobre las dificultades para aprender el puesto, el "mocho" recuerda que "no fue tan difícil porque me tocó el privilegio de jugar en el mejor Cobreloa. Con Mario Soto al lado, con Hugo Tabilo y Enzo Escobar atrás, que te ordenaban mucho, con Óscar Wirth que tenía una claridad para ordenar su defensa extraodinaria. Ese equipo era muy definido y don Vicente sabía motivar muchísimo al grupo. Siempre hemos dicho que la experiencia que nos faltó para jugar la final de la Copa Libertadores con Peñarol, pese a haber venido de jugar una el año anterior se hubiese suplido jugando en Calama ese partido. Allí habríamos sido campeones".
El recordado ex jugador guarda gratitud eterna con Calama. "No voy mucho como quisiera pero siento que los jugadores históricos no tenemos esa sensación de deuda con el club porque cada vez que vamos para allá sentimos el cariño inmenso de la gente. Eso es lo que nos hace saber que hicimos una historia importante en Cobreloa. Ojalá esa historia pudiera reescribirse en el tiempo, que el club volviese a jugar esas instancias. O por lo menos, que recupere su lugar en primera división", dijo.
titulos consiguió "el Mocho" con el club. Tres torneos nacionales -'82, '85 y '88- y Copa Chile de 1986. 4