Doscientas personas viven como indigentes en Calama
PERCEPCIÓN. Según se señala la cifra se mantiene estable y no hay aumento, solo que ellos se han instalado en lugares más visibles.
Pedro llegó hace diez años a Calama proveniente de Quillota, como muchos en busca de nuevas oportunidad y también para iniciar una nueva vida.
Con el paso del tiempo sus planes no se concretaron. La falta de trabajo, sumado a su alcoholismo y otro tipo de vicios hicieron que terminara viviendo en la calle.
Hoy comparte un pequeño espacio en el centro de Calama, junto a otra persona que, por razones similares, también se transformó en indigente.
Según datos proporcionados por el programa municipal de Tolerancia, Respeto y No Discriminación y el Programa Calle del ministerio de Desarrollo Social, en Calama hay alrededor de 200 personas que viven en las calles como indigentes o situación de calle.
Una cifra que, pese a la percepción de la ciudadanía, no ha ido en aumento en los últimos años.
"Esta cifra se obtuvo del último censo que se realizó en 2014. Sin embargo nosotros tenemos la certeza de que no ha habido una gran variación a la fecha", comenta Raúl Barboza, encargado del programa Tolerancia de municipio.
Señala que la idea que tiene la gente de que hay más personas viviendo en la calle, es porque ellos (indigentes) se han hecho más visibles y han emigrado desde los rucos y manchas que se ubican a orilla del río a sitios más centrales como detrás del mall o cerca de la vía férrea.
Trabajo
En la actualidad ambos programas realizan distintas actividades para ir en ayuda de estas personas. Éstas son tanto de forma grupal como individual.
Según explica Barboza, la idea no es sólo entregar ayuda asistencial o beneficios sociales, también se realiza un trabajo de rehabilitación, revinculación familiar y reinserción laboral.
En este aspecto, Juan Arnés, encargado del Programa Calle del ministerio de Desarrollo Regional, cuenta que desde 2015 en conjunto con el municipio están trabajando con un grupo de 55 personas que viven en la calle.
La labor se enfoca en varias áreas. Una de ellas es la empleabilidad. "Como programa contamos con una dupla sociolaboral que está encargada de habilitar, crear o incentivar a la búsqueda de fuentes laborales", señaló Arnés.
Recalca que antes de buscarles un trabajo se hacen varias intervenciones. Una de las más importantes es rehabilitarlos en el consumo de drogas y alcohol y una vez que la persona termina exitosamente su tratamiento, comienza el proceso para encontrar trabajo.
Para ello, la dupla sociolaboral realiza gestiones con empresas de la zona. El encargado del Programa Calle comenta que hay un caso de una persona que ya lleva 6 meses trabajando en la minería, dejó las drogas y se reencontró con su familia, luego de iniciar este programa.
Ropero solidario
Durante todo el año, la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) lleva a cabo una campaña para ayudar a las personas de la calle.
La idea es recolectar ropa, que no sean de tallas muy grandes y que estén en buen estado. También se junta ropa interior y artículos de aseo.
Toda esta cooperación se entrega de dependencias de la Dideco en calle Vicuña Mackenna.