Aportes del FNDR en Calama
La comuna recibió menos dinero que otras más pequeñas como San Pedro de Atacama y Tocopilla. Si esto se hubiera entendido hace algunos años la realidad sería distinta, porque los detalles básicos estarían resueltos y se estaría a la espera de las obras más grandes.
Aunque el alcalde Esteban Velásquez crea que la crítica por la escasez de recursos que llegan a la comuna provenientes del FNDR es injusta, tenemos que discrepar y otorgarle la validez que merece. Más a la luz de las cifras que se llevan comunas como Antofagasta y San Pedro de Atacama, que bien saben aprovechar los recursos existentes.
Los números son claros y elocuentes. Calama el año que recién cerramos se adjudicó fondos por un monto de $4 mil 585 millones; San Pedro de Atacama 7 mil 566 millones; Tocopilla $7.291 millones y Antofagasta se quedó con $26 mil 636.
Es decir, comunas más pequeñas que la nuestra reciben fondos superiores en casi un 40%, lo que demuestra que con buenos proyectos es posible obtener una importante cantidad de dinero que está ahí a la espera que se pidan.
Lo que si tiene razón el alcalde Velásquez es que este no es el único fondo y que hay otras vías de financiamiento que se han visto bien utilizadas en Calama. Pero que se está despreciando una fuente que serviría para solucionar importantes obras , también es cierto.
Tal vez no los megaproyectos con los que todos soñamos, pero sí aquellos que se requieren como pavimentaciones de calles y veredas, habilitación de espacios recreativos, nuevas plazas, una remodelación al parque acuático y otras tantas que surgen de las mismas unidades vecinales.
Si esto se hubiera entendido hace algunos años la realidad de Calama sería distinta, porque los detalles básicos estarían resueltos y se estaría a la espera de la concreción de obras más grandes y que hoy vemos se ejecutarán a través de un financiamiento especial del gobierno.
Entonces decir que es injusto es carecer de autocrítica y no reconocer algunas falencias que puedan existir.
No es un defecto pedir ayuda cuando hay temas que nos sobrepasan. No es señal de debilidad llamar a alianzas que sean necesarias para ejecutar buenos proyectos y así cumplir con necesidades que si no se les pone atajo crecen desmesuradamente.