Un asentamiento indígena correspondiente al período prehispánico -mil 200 años D. de C- fue descubierto en el sector conocido como Ojo de Opache, distante a doce kilómetros del centro de la ciudad y a cinco kilómetros hacia el sur de las riberas del río Loa. Se trata de una aldea de indígenas atacameños dedicados a la agro-alfarería.
Una debacle es la que vive Cobreloa. Debe ser el momento más difícil de su historia y que lo tiene al borde de perder la categoría por primera vez en su laureada trayectoria. Por lo mostrado ayer y lo que han hecho sus rivales en la lucha por el descenso deberían pasar muchas cosas favorables para que el equipo no descienda.
Cuando se hablaba de esta posibilidad nadie ni siquiera la consideraba. Los dirigentes del club la miraban con lejanía y creían que por muchos errores que cometieran la suerte del club estaría lejos del desastre.
La realidad les dio una bofetada en la cara a todos aquellos que manejaron el club mirando sus intereses personales, para aplastar a sus oponentes en la directiva y en total desmedro de la institución que juraron defender y prosperar.
Lo que ocurre hoy es fruto de todo ello. De luchas de ego, de errores directivos, de actitudes altaneras y porque no decirlo por decisiones que se tomaron pensando en el beneficio particular.
Los nombres de los responsables se conocen. Están en la actual directiva, en la anterior y seguirán si es que los socios no hacen algo.
Cobreloa hace dos años estaba jugando una competencia internacional, contaba con un plantel equilibrado y que con un cuerpo técnico profesional. Lo malo es que estos últimos no eran del gusto de cierto grupo de la directiva que logró sacarlo y dar paso a la decadencia con la llegada de técnicos sin carácter, de poca trayectoria además de no entregarle herramientas para renovar un plantel que se formaba a partir del amiguismo en vez de la calidad deportiva.
Esos fueron los vicios que se enquistaron en Cobreloa y que fueron alejando a los hinchas y sostenedores. Porque Codelco zafó de este problema pocos años antes que se iniciara la hecatombe, un poco previendo este final y de paso terminando con un gasto.
Esta realidad casi irreversible tiene nombres y apellidos y no son jugadores ni técnicos, sino dirigentes llenos de ansias de poder, soberbios, petulantes, pero por sobre todo ineptos e incapaces.
Todos ellos: ahí tienen el fruto de su trabajo.
El uso de las tarjetas de crédito cada vez se ha hecho más masivo entre los consumidores de nuestro país. No obstante, en el último tiempo no han sido pocos los casos donde los usuarios se han visto afectados por clonación de sus tarjetas. En este sentido, es importante que los consumidores sepan que tienen derecho a recibir un servicio de calidad y las empresas tienen la obligación de tomar todas las medidas para que los usuarios no sean víctimas de fraudes.
Los consumidores confían en las empresas y esta confianza debe ser respondida con profesionalismo, actuando proactivamente y tomando todas las medidas de seguridad necesarias para evitar al máximo la ocurrencia de este tipo de situaciones.
Si bien de los delitos deben responder los delincuentes, las empresas deben responder cuando ofrecen servicios inseguros. Si a un consumidor se le cobran compras realizadas por terceros, o le cobran por servicios que no contrató, la empresa deberá probar que sus mecanismos fueron seguros y que actuó profesionalmente, no el afectado.
Además, es importante enfatizar que las empresas deben responder por sus dependientes y por todas las medidas de seguridad para evitar fraudes.
Asimismo, los derechos de los consumidores son irrenunciables, por lo que la implementación de nuevos dispositivos tecnológicos, como los "Pin Pass", no significa que la empresa puede dejar de responder por eventuales fraudes. Los estándares de seguridad deben seguir siendo los mismos e incluso reforzarse.
Los consumidores tienen derechos, hayan o no contratado seguros en caso de fraudes, pues lo que hace un seguro es extender la cobertura o actuar en situaciones específicas, dependiendo de lo que establezca la póliza.
El seguro puede servir, pero es necesario ver la póliza para saber lo que ofrece. Por lo tanto, hay que fijarse en la oferta específica del riesgo que está cubierto. Además, un seguro puede ser de utilidad cuando se produzca un riesgo asociado a un deber que va más allá de lo estrictamente legal respecto del deber de profesionalidad de la empresa, por ejemplo, si saco dinero del cajero y en las inmediaciones me asaltan, hay pólizas que cubren ese evento.
Doscientas trece casas de un total de 318 damnificadas se han techado y reparado en tiempo récord por el Comité Departamental de Emergencia, que preside del Gobernador Edmundo Checura Jeria, y cuyo jefe de operaciones es el Comandante del Regimiento Calama, Teniente Coronel Eugenio Rivera.