Andy Murray (6º) venció ayer al checo Tomas Berdych (7º) por 6-7 (6-8), 6-0, 6-3 y 7-5 para consolidarse como el primer finalista del Abierto de Australia.
Tras el juego que duró tres horas y 26 minutos, el británico hizo una inesperada reivindicación del valor de las mujeres en el tenis, donde declaró que "esta semana demostramos que las mujeres pueden ser muy buenas entrenadoras también".
Más allá del duelo, el elogio de Murray a su entrenadora Amelie Mauresmo, se convirtió en el punto de atención de la jornada y dio pie a una ovación en el estadio.
Asimismo, el actual seis del mundo habló del trabajo de la estadounidense Madison Keys, quien "llegó a semifinales e hizo su mejor torneo; también está entrenada por una mujer, Lindsay Davenport. No veo razón alguna para que esto no siga avanzando en el futuro. Le agradezco a Amelie por esto, fue una decisión valiente de ella, espero poder devolvérselo en unos días".
El dos veces ganador de un Grand Slam dijo sobre el juego que "cambié un poco la táctica en el segundo set, pero también comencé a sentirme algo más cómodo con las condiciones de juego".
El británico disputará la final del Abierto de Australia el domingo con el ganador del partido que se juega hoy, entre el serbio Novak Djokovic (1º) y el suizo Stanislas Wawrinka (4º).
Ante esto, el sexto del mundo dijo que "los dos vienen jugando un tenis fantástico".
La competencia femenina también tiene a sus finalistas. Serena Williams (1º) y María Sharapova (2º) se enfrentarán mañana por el título.
La número uno del mundo se impuso ayer por 7-6 (7-5) y 6-2 ante su compatriota Madison Keys (35º), por lo que continuará en la cima de la WTA al acceder a la final.
Sobre su rival, la menor de las Williams dijo que "creo que ganará este torneo muy pronto y un montón de Grand Slams. Ha sido un honor para mi jugar contra alguien que será número uno en el futuro".
Mientras, la rusa batió a su compatriota Ekaterina Makarova (11º) por 6-3 y 6-2 para lograr pasar a la final y pelear por su sexto título de Grand Slam.
Al final de su juego, Sharapova dijo que su "confianza es alta en una final de un Grand Slam, no importa contra quien me enfrente, incluso si tengo un récord desastroso o no", refiriéndose a la clara desventaja por 16-2 que tiene ante Serena Williams.
Aunque el número uno no estará en juego, las primeras tenistas del mundo buscan cosas importantes.
Williams va por su décimo noveno título de Grand Slam para acercarse al récord de 22 de la alemana Steffi Graf, y lucha por su sexta corona en las canchas de Australia.
Mientras, la ganadora de cinco torneos del Gran Slam tiene un desafío mayúsculo: derrotar a la estadounidense, ya que no lo ha logrado hace más de diez años.
Asimismo, Sharapova luchará por batir la cifra que deja en clara desventaja a su país: de las siete finales que se han jugado entre Estados Unidos y Rusia, las norteamericanas han ganado seis juegos sin ceder un set.
El finalista del Abierto de Australia criticó a la prensa británica, porque consideró que hizo un excesivo y mal uso de su relación con Daniel Vallverdú, su amigo y ex entrenador. Esto porque ahora el venezolano dirige a Berdych, a quien debió enfrentar ayer. "Hubo alguna tensión extra en el inicio. Mucho se habló de Dani trabajando con Tomas. Dani es mi amigo desde los 15 años. Sentí que era un poco injusto e innecesario, esto es deporte, hay más en la vida que el deporte", dijo Murray.
3
finales ha jugado Murray en el Abierto de Australia: 2010, 2011 y 2013. Esta será la cuarta.
2004
fue la última vez que Sharapova venció a Serena Williams. 2-16 es el historial entre ambas.