Estudio sugiere cuánto tiempo tarda en sanar un corazón roto
Comportamiento
El tiempo cura las heridas. Ese es el consejo que comúnmente recibe una persona cuando ha sufrido una desilusión o un quiebre amoroso.
Pero, probablemente, lo que muchos se preguntan es cuánto tiempo es el que debe pasar para que un "corazón roto" logre sanar, principalmente porque situaciones como ésta pueden generar una serie de efectos a nivel personal, desde la pérdida del apetito hasta consecuencias negativas para la salud mental.
Si bien existen creencias populares que sugieren que este proceso se extiende por la mitad de la duración de la relación que terminó y otras indican que suele durar alrededor de un mes, un equipo de científicos quiso determinarlo con mayor exactitud.
Para ello, los autores del estudio, publicado en la revista Journal of Positive Psychology, encuestaron a 155 adultos jóvenes que habían sufrido el quiebre de una relación recientemente (alrededor de 11 semanas antes del sondeo).
A través de esa consulta, los investigadores encontraron el número mágico: tres meses.
Un 71% de los encuestados señaló que tres meses es el tiempo que demoraron en superar el quiebre amoroso. O, al menos, ese era el tiempo en que estas personas lograban "aprender más de sí mismas", "crecer como personas" y "concentrarse en sus objetivos", que eran las preguntas a las que fueron sometidas por los académicos.
Uno de los puntos llamativos del estudio es que este resultado se dio sin importar si el participante fue el que causó el quiebre de la relación o no. Pese a ello, recuerdan que todas las personas son distintas, que tres meses es un promedio y que algunas pueden demorar más en dar por superada una relación amorosa que otras.
Según los científicos, estos hallazgos muestran que "el crecimiento y las emociones positivas pueden ser un componente más importante de lo que se pensaba al experimentar la disolución de una relación". Por ello, el lugar de sumirse en la pena, recomiendan dar vuelta la página y dejar atrás la relación pasada.
En 2010, un estudio mostró que nuestros cerebros están "programados" para pensar en el o la "ex" después de terminar la relación. A través de una encuesta a hombres y mujeres que habían sufrido recientemente un quiebre, la investigación encontró que las personas dedicaban un 85% de su tiempo despiertas a cavilar sobre su ex pareja. El estudio forma parte de una investigación que se centró en cómo el cerebro reacciona al rechazo amoroso.