Codelco y sus urgencias
Hay acuerdo en el Senado para aprobar el urgente financiamiento de los proyectos estructurales de Codelco. Se sabe que está en riesgo el futuro de la cuprífera y su contribución al país. Se han disipado los intentos privatizadores y hay conciencia de la necesidad de una política permanente de capitalización, vía reinversión de utilidades ( 8 ó 9% en comparación al 50% de la industria privada) y/o de presupuestos plurianuales. El 2015 esperamos terminar con la Ley Reservada del Cobre que destina el 10% de las ventas brutas de Codelco a las Fuerzas Armadas. Será otro alivio para Codelco. En democracia el financiamiento de las FFAA debe ser mediante un financiamiento plurianual sujeto a proyectos evaluables.
También sabemos que la reconversión de Codelco no pasa por la "desvinculación" de miles de trabajadores. Su Presidente Ejecutivo, Nelson Pizarro, ha reconocido que las jóvenes generaciones de ingenieros y técnicos no han logrado superar en productividad y compromiso a nuestros "viejos". Hemos perdido capital humano a destajo y eso debe revertirse. La gerencia se ha comprometido a reconvertir, al menos, a un tercio de los trabajadores excedentes de Chuqui en el proyecto subterráneo. También se trabaja para recuperar otro tercio de estos trabajadores en faenas hoy externalizadas no justificadas. Falta por definir el destino de ese tercer grupo de trabajadores. Sin nuestros "viejos" no hay futuro. La minería no se improvisa.
Hay consenso que Codelco también debe apostar a las cadenas de valor y a la diversificación de sus minerales. El cluster minero comienza con un justo trato a los proveedores, cuya eficiencia debe ser de clase mundial. El desafío energético también está en el horizonte. Si Codelco entrega un apoyo decidido a las energías renovables, será una señal muy poderosa al resto de la industria.
Queda pendiente el compromiso con la comunidad. Como parlamentarios estamos trabajando por los impuestos regionales y locales. Queremos un valor compartido de las utilidades y un aporte más sustantivo de la riqueza generada. Sin desarrollo regional no hay progreso verdadero.