La Mandataria defendió las reformas que lleva adelante su administración
evento. Bachelet detalló las principales metas de sus propuestas en el Brookings Institution.
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La Presidenta Bachelet defendió ayer el proceso de reformas en ámbitos tributario, educacional y político que lleva adelante su administración al participar de una actividad en el Brookings Institution.
Ante un selecto de grupo de personalidades, la Jefa de Estado aseguró que Chile no es un país 'populista', y que los cambios que propone se harán 'gradualmente' y con el consenso de toda la sociedad.
En el prestigioso centro de estudios, Bachelet explicó que Chile no es un país populista, sabemos que la responsabilidad económica y la legitimidad democrática es la única forma de crear bienestar duradero y equitativo para los ciudadanos'.
Durante su discurso, Bachelet aseguró que en el país 'tiene que haber un pacto diferente, para que haya confianza en las instituciones de Estado y en las políticas, y es esencial para una sociedad sana, en la que las empresas florezcan y la iniciativa privada tenga certidumbre para su estabilidad'.
La Mandataria defendió la reforma constitucional que pretende impulsar durante el próximo año, ya que 'tenemos que mejorar la democracia para hacer que la sociedad sea más sólida, con un ancla en la individualismo y las diferencias, pero que garantice en todas las personas normas apropiadas de respeto y bienestar'.
Respecto de la reforma tributaria, que ha sido cuestionada por sectores empresariales estadounidenses, la Presidenta explicó que esta servirá 'para dar los recursos necesarios para mejorar la distribución de ingresos.
'Esta es una reforma bien estructurada, con un incentivo bien diseñado para que se introduzca gradualmente (…) La reforma tributaria no complace a todo el mundo, en verdad, no le complace a nadie, pero es esencial si vamos a abordar las desigualdades y continuar desarrollándonos', sostuvo.