Rehabilitación de la Iglesia de Conchi Viejo permitirá su apertura
Después de tres años, Nicolás Aymani, el hombre más longevo de la localidad de Conchi Viejo, el día de ayer pudo asistir a una misa oficiada por el arzobispo de Calama, Guillermo Vera. Esto, gracias al proyecto de "rehabilitación" impulsado por el área de Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama.
Si bien, la construcción es catalogada como un Monumento Nacional e imagen identitaria de la zona, ésta fue cerrada a la población el año 2011, a solicitud de los fabriqueros y además porque el Consejo de Monumentos Nacionales paralizó sus obras.
Hoy, con 90 años de edad y después de los tres años desde la clausura, Aymani dijo que está feliz porque pensó que "esta ceremonia nunca iba a pasar, pero pasó, me gustó mucho que se vaya a recuperar nuestro santuario, ese santuario que conozco desde el año 1938".
El propósito principal de este proyecto está enfocado en rescatar un símbolo de unidad atacameña, el cual será financiado por la Ley de Donaciones Culturales, que permite entrega de recursos por parte de empresas privadas a iniciativas culturales y patrimoniales.
"Nos hemos hecho cargo de la esperanza de un pueblo por recuperar su iglesia, esperamos que este proceso, donde se volverá a abrir el templo, vuelvan a sonar las campanas y retornen las ceremonias que antes se hacían. Es un símbolo muy importante y de respeto para la gente que visita Conchi Viejo", indicó la directora de la Corporación de Cultura, Alejandra Zuleta.
Por ello, es relevante proteger y realzar uno de los elementos identitarios de la zona. Al respecto, el director de Patrimonio y consejero regional de Cultura, René Huerta, recalcó que "este proyecto comienza por una intervención anterior, donde se aplicó un criterio de modernidad, utilizando cemento en todas sus paredes, esto la perjudica ya que es incompatible las materialidades con la que está hecha la iglesia. Queremos recuperar y mantener la tradición de lo antiguo y rehabilitar la iglesia de manera meticulosa, para que la gente de Conchi Viejo vuelva a tener la casa de la 'Chinita' como corresponde".
Sin duda es un proyecto ambicioso, todo a favor de la conservación, el cual estará supervisado por expertos locales en patrimonio y con la ayuda de fabriqueros y comuneros indígenas, los cuales podrán mejorar la obra gruesa de la iglesia y los altares e imágenes religiosas.