Volvieron las dudas en Cobreloa: Sólo empató frente a Huachipato
La hinchada cobreloína que había asistido en masa el domingo al partido en que su equipo dio cuenta claramente de Ñublense de Chillán, se fue ayer bastante decepcionada por lo mostrado por los Zorros del Desierto en el estadio La Madriguera de Calama.
El rival era Huachipato, un equipo que comprometido con el descenso, entró a jugarse sus posibilidades en la cancha y, sin exagerar, le cerró todos los circuitos de juego a los naranjas, haciéndolos ver muy mal durante los 90 minutos de juego.
Así comenzó todo, porque cuando se jugaban apenas los 11 minutos de la primera fracción, el delantero de los acereros, David Llanos, aprovechó una chambonada de proporciones entre el defensa Cristián Suárez y el portero naranja Luciano Palos. Resultado: ambos quedaron mirando cuando el hábil ariete visitante embocaba en el arco la pelota, sin oposición en frente. 1-0 para los forasteros y ya sonaban las primeras pifias de la parcialidad local.
Posteriormente, todo siguió en la misma tónica. Grondona nunca pudo acercarse con peligro a la portería de Nery Veloso. Lo mismo sucedía con el puntero Álvaro López y José Luis Jiménez, quienes se vieron imposiblitados de aprovechar la velocidad que los caracteriza y se perdieron absolutamente en la cancha, gracias a que muchas veces se recurrió al pelotazo, balonazos que eran una y otra vez despejados por la zaga acerera, compuesta por Omar Merlo y Claudio Muñoz.
De esta forma se llegó al minuto 24. Un Cobreloa sin ideas, que veía en su mediocampo más la destrucción de René Lima que la construcción de Gabriel Méndez. Sin embargo, un foul cometido por Claudio Muñoz a unos 25 metros del arco de Veloso cambió en algo la historia. Se puso frente al balón el "Demonio" y la clavó en el ángulo superior derecho del pórtico, haciendo estéril el esfuerzo del eficiente golero visitante. Un golazo, de un hombre que lleva dos anotaciones en la misma cantidad de partidos y que se ha transformado en una solución por esa vía, el remate de media distancia. 1-1 y se creía que la historia iba a cambiar.
Sin embargo, los 2 mil 200 asistentes vieron cómo el resto del primer tiempo los jugadores acereros aparecían por todos los sectores del campo, con un pressing asfixiante sobre Méndez, quien muchas veces pecó de quedarse en forma excesiva con el balón, tal vez buscando la infracción para contar con otro lanzamiento de distancia y resolver el puzzle. Foul que nunca llegó.
En la segunda etapa, cuando se esperaba que a Huachipato comenzara a faltarle el aire, producto de la altura y el calor a esa hora del partido, nada distinto al inicio del juego ocurrió. Parecía que los acereros eran el equipo obligado a ganar (quizás lo eran) y Cobreloa continuó perdido en la cancha, optando nuevamente al pelotazo, el que por lo menos en tres ocasiones partió desde los pies del arquero Palos, terminando en las manos de Palos. Eso habla a la larga de la absoluta escasez de ideas del equipo.
Cuando el reloj en el complemento marcaba los 13 minutos, comenzó la farra de Huachipato. El joven delantero de la Usina, Martín Rodríguez, recibió solo en el centro del área y conectó un potente cabezazo que por fortuna para el local, encontró al golero loíno bien ubicado. Eso fue sólo el comienzo.
Luego, dos minutos más tarde, el volante forastero Francisco Arrué, desvió de manera increíble, cuando bastaba que la ubicara a un costado del pórtico para darle la ventaja a su equipo. Ya van dos claras.
La respuesta loína recién vino a los 20 minutos de la segunda fracción, cuando Jiménez, ante la imposibilidad de entrar al área, se atrevió a rematar de distancia. La pelota se fue levemente por sobre el travesaño y ni siquiera requirió de una "volada" de Veloso. Éste sólo hizo vista.
Quince minutos más tarde probó el "Titi" Ledezma, con un revés, pero el balón salió desviado. Éstas fueron las dos únicas llegadas con peligro de Cobreloa en todo el segundo tiempo.
Pero, faltaba la última de la visita para terminar de calificar este partido como una "farra". Entre los arietes de Huachipato Cristián Milla y David Llanos se armaron un parque de diversiones dentro del área loína. Le dieron un toque a Miguel Sanhueza y Luciano Palos. El golero naranja incluso quedó fuera de su arco y cuando el gol era inminente, Llanos de nuevo desvía. Nadie lo podía creer. A tal punto que muchos hinchas loínos pedían por favor que el partido terminara pronto.
Al respecto, el mediocampista loíno, René Lima, reconoció que "sabíamos que nos enfrentábamos a un buen técnico y buenos jugadores. Ellos no se vinieron a meter atrás. No nos dejaron salir a achicar mucho arriba y sus tres punteros anduvieron muy bien, porque contaron con los espacios necesarios".
Jorge García, el técnico de los naranjas, no fue menos autocrítico que Lima. "Hicimos un partido bastante malo. Muy desorganizados atrás. No ejecutamos correctamente las diagonales que teníamos que hacer. Hubo una desconexión entre los volantes y atacantes. Cuando intentamos hacer variantes, éstos tampoco respondieron", manifestó el "Chicho".
En tanto, el técnico de Huachipato, Mario Salas, quedó con gusto a poco. "Un punto, en las condiciones en que nosotros nos encontramos, no es bueno. Pero estoy satisfecho por la forma en que se consiguió. Fuimos un equipo que no vino a refugiarse atrás. Vinimos a jugar este partido y estamos buscando esa identidad que nos permita salir de la incómoda posición en que estamos", mencionó el ex DT de la Sub-20 de Chile.
En resumen, mucho que mejorar Cobreloa. Este fin de semana no hay fecha en el torneo de Clausura, porque juega la Selección adulta y puede ser el tiempo propicio para que Jorge García ajuste las piezas en un equipo que de milagro no fue derrotado ayer.