Dentro de 20 años el 40% de la gran minería será automatizada y un 37% estará digitalizada
PROYECCIÓN. Las nuevas tecnologías marcarán la forma en que se operarán las mineras y el perfil de la nueva generación de trabajadores, desafío que deben recoger las instancias de formación y capacitación que producen el capital humano.
El Consejo de Competencias Mineras (CCM), junto con el Organismo Técnico Intermedio para Capacitación (OTIC) de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), realizó ayer el seminario "Capital Humano Para la Minería: Panorama Regional", en el que se analizaron los principales alcances de la quinta versión del estudio Fuerza Laboral de la Gran Minería para 2017-2026.
Cambio de paradigma
En su exposición, el director de Fuerza Laboral de la Fundación Chile y uno de los responsables de la investigación, Diego Richard, explicó que entre los años 2012 y 2013 había un déficit de trabajadores mineros producto del súper ciclo del cobre. Lo que se mantuvo hasta 2015 con un peak de 121 mil personas, aunque en gran parte por la apertura de Ministro Hales, Caserones, Sierra Gorda y Antucoya, pues el boom del metal rojo ya había terminado.
Mientras los valores fueron altos, agregó el experto, "había una estrechez de capital humano muy fuerte y lo que se planteaba la minería era tener más y mejores fábricas de capital humano, pero después vino el término del súper ciclo del cobre, bajó el precio, y hubo un cambio importante en los perfiles de los proyectos, que si el 2013 consideraban 500 personas en una nueva planta, al año siguiente su proyección era de 300".
Lo que respondía a la incorporación de nuevas tecnologías que permitían trabajar con menos personal. "Nos dimos cuenta que todos los proyectos aumentaron sus exigencias en productividad, nos fuimos a una lógica de hacer más con menos. Pero cuando ahora vemos los desafíos de la industria minera nos damos cuenta que el escenario surge mucho más complejo".
Principales desafíos
En este contexto, Richard dijo que recogieron seis grandes desafíos para la industria minera nacional. El primero es disminuir los niveles jerárquicos, pues las empresas mineras más productivas del mundo, entre ellas compañías de Australia, Canadá y Estados Unidos, tienen 4,5 niveles entre operadores y gerentes generales, mientras que en Chile son entre 6 y 7 niveles de jerarquía.
Un segundo tema es la inclusión y entre esos la incorporación de la mujer. "Desde el 2012 al 2017, pasamos de 7,1 a 7,9%, pero claramente estamos lejos de Australia con un 13% que es casi el doble o de Canadá con 19% que es más del doble", aunque valoró que las contrataciones de mujeres hayan sido de 12% en el último año, así como su posición en cargos de toma de decisiones.
Otro punto que mencionó el profesional es ajustar las matrículas de especialidades mineras, pues "claramente hay un desajuste entre oferta y demanda, lo que significa que hay un set de carreras en que faltarán personas y un set de carreras en donde hay una sobre oferta formativa", lo que es clave en una industria que requerirá 29 mil personas en los próximos años, dijo.
Un cuarto desafío es la rotación laboral, al respecto dijo que formar a un trabajador en cualquier nivel es costoso para una empresa, pero su rotación no se puede impedir. Aunque dijo que se puede bajar el costo al establecer estándares comunes, de esa forma, explicó, "cuando un trabajador vaya de una empresa a otra se le puede reconocer lo que aprendió en la anterior y puede seguir avanzando".
Richard dijo que el quinto punto es la capacitación y certificación en la minería, la que destacó es el sector que más gasta en esta materia, con la que tiene un compromiso que no decayó, incluso, luego del término del súper ciclo.
Revolución tecnológica
El sexto y quizá el mayor desafío tiene que ver con anticipar el impacto de la tecnología, dijo Richard. "Hoy en Chile estamos enfrentando la tercera y cuarta revolución industrial al mismo tiempo, lo qué significa que en el mediano plazo pasaremos de la automatización a la optimización de procesos, que se caracteriza por la implementación de internet de las cosas, es decir, equipos llenos de pequeños sensores".
En este mismo sentido, agregó que "la información que recaban los sensores se aglutinan en el big data que debemos tener en tiempo presente para utilizarla en la toma de decisiones. Hoy tenemos los centros integrados de operaciones (CIO) o las plantas integradas para la operación de chancado, molienda, flotación, filtro, fundición, esas plantas están todas centralizadas y reúnen mucha información. El desafió de reunir todos estos datos que mandan los sensores y rescatar los datos importantes en tiempo presente para la toma de decisiones es algo que está viniendo muy fuerte en la minería".
Richard dijo que incluso ya hay experiencias de inteligencia artificial, en donde ya no será un supervisor quien tome decisiones, sino que será un software el que irá aprendiendo de sí mismo para la toma de decisiones basado en el big data y eso nos lleva a los sistemas ciberfísicos, hoy la despegadora de cátodos son brazos robóticos y el que toma las muestras también y veremos otros casos".
"La pregunta es: tenemos a ese ingeniero que tome decisiones en base a tantos datos, tenemos a ese mantenedor que es capaz de mantener los sensores, que es mitad mantenedor mecánico y mitad comunicaciones. Claramente son competencias nuevas que no están hoy disponibles en los curriculum ni en las competencias de los trabajadores actuales", agregó.
Es así que en el mediano plazo, es decir cinco años, debemos aumentar un 30% lo que sabemos hacer, porque la tecnología ya está disponible entre los proveedores. "Eso significa que tenemos que ponernos a estudiar y entrenarnos rápido. Por eso estamos trabajando en actualizar el marco de cualificación en estas nuevas competencias, paras poder comunicárselas al mundo formativo y al mundo de la capacitación y ponernos las pilas", advirtió.
Máquinas y softwares
El sociólogo y master en administración de negocios, dijo además que hay una teoría que plantea que "todas las tareas rutinarias no cognitivas se van a automatizar", y añadió que esto en Chile significaría un millón 900 mil trabajos en todos los sectores productivos.
"En 20 a 25 años plazo, el 40% de las operaciones mineras van a estar automatizadas y el 37% digitalizadas. Automatizada es que hay una máquina que lo hace por mí, y digitalizada es que hay un proceso cognitivo que es cambiado por un software", dijo.