Willy Briceño Romero
CE1RCH es la sigla internacional que identifica al Club de Radio-aficionados de Chuquicamata.
Esta organización agrupa a más de treinta socios, y cuenta con seis antenas repetidoras interconectadas de forma estratégica entre si, que sumadas a otra cantidad similar perteneciente a los clubes de Iquique, Caldera y Chañaral logran cubrir desde la Primera a la Cuarta Región, a través de la banda de transmisión VHF.
Para el inicio del presente siglo, se contó con todo un boom en el ámbito de este tipo de comunicaciones, tanto es así, que el club chuquicamatino que cuenta con más de cinco décadas de funcionamiento (10 de mayo de 1967), llegó incluso a sumar más de 96 socios, los mismos que con el paso del tiempo fueron disminuyendo de manera periódica de acuerdo al interés de estos.
"A la final quedaron tan solo aquellos que se identifican como radioaficionados de la antigua escuela de este verdadero hobby", como ellos lo califican, manifestó el presidente del Club Chuquicamata, Nelson Cortés Carvajal.
También reconoció que "este sistema interconectado podrían transformarse en la principal red de comunicación de emergencia en caso de registrarse una catástrofe que afecte a los sistemas existentes en la actualidad, tal como ocurrió hace un par de años atrás en las inundaciones registradas en Chañaral (2015)".
"Contamos con doce antenas repetidoras de Iquique a Vallenar -continuó diciendo-, y con esto debemos ser la red más grande de Sudamérica", considerando el alcance de este grupo que guarda silencio por determinados período al haber aprendido a usar esta tecnología de la mejor forma para ellos y para el servicio que prestan a la comunidad.
Si bien, apuntan a cumplir las expectativas de cualquier radioaficionado de adquirir y mejorar sus equipos que les permita disfrutar de este "hobby", que en determinada circunstancia se podría transformar en la principal red de comunicación de las autoridades respectivas que así lo requieran ante una emergencia, tal como lo han realizado en el pasado, incluso con campañas solidarias que permitieron adquirir medicamentos que no estaban en el país, y ayudar en el rescate de personas extraviadas y con riesgo de muerte.
Redes sociales
La globalización de las comunicaciones con la implementación de las redes sociales no representa un problema para estos radioaficionados locales, los cuales utilizan esta misma tecnología de punta para su uso personal, al incorporar algunos programas y aplicaciones que les permita a través de Internet contar con algunos recursos que les facilita mejorar la cobertura de estos equipos digitales, tal como indicó otro hombre ligado a este sistema de encuentro en el canal del dial de la frecuencia establecida por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), que recibió como parte de la herencia del padre, Roberto Quilpatay Latorre.
Eso sí, reconocen que a diferencia del whatsapp, twitter o facebook, "aquí no se selecciona a una persona en particular, y se le remite el mensaje de manera exclusiva, sino que todos aquellos que están conectados en la red en aquel instante escuchan lo mismo", puntualizó Quilpatay, quien también indicó que tal vez en el futuro con los equipos digitales más modernos que los actuales consigan dicha función y puedan integrar grupos de conversación de acuerdo a los intereses de cada uno de estos.
Para desarrollar esta afición que también consideran un hobby, los radio aficionados locales no solicitan recursos económicos al sistema gubernamental, como tampoco a otras entidades pública y privadas, con la finalidad de mantener la independencia como un organismo de servicio a la comunidad en determinadas circunstancias.
Es por esta razón que elaboran proyecto y se planifican con sus propios recursos económicos, los cuales utilizan para adquirir los materiales y también para reparar las antenas cuando esto así lo requieren producto de las condiciones climáticas que arrecian en ciertos sectores originando más de algún inconveniente a las comunicaciones.
Pero, en forma reciente el 18 de septiembre, se realizó la expedición "Mallkus Licanantay de San Pedro de Atacama" del grupo Apus Tutelares.
Los alpinistas que subieron hasta las cumbres de los volcanes Acamarachi, Juriques y Licancabur, a seis mil metros sobre el nivel del mar, donde utilizaron las antenas repetidoras y se comunicaron a la perfección.
Esto solo demostró que no solo la organización minera unificó a los radioaficionados de la zona norte, sino que además cuentan con la última tecnología en este tipo de enlace en comunicación.
Problemática
La principal problemática para este grupo de personas pasa por las condiciones climáticas que han enfrentado en el último tiempo, donde debieron de concurrir a los puntos en que mantienen las repetidoras para cambiar algunas antenas.
Aunque resalta la buena disposición de los integrantes de la agrupación, al igual que de las familias de estos, quienes consideran esta afición como parte de una aventura de vida, incluso, es más, cuando deben concurrir a realizar alguna reparación siempre lo realizan en grupos.
Cabe señalar que cualquier persona se puede sumar a estas redes, contando con la credencial respectiva entregada por la Subtel, la que se obtiene después de rendir algunas pruebas que tienen relación con la temática de la comunicación a través de la banda de transmisión respectiva (VHF). Aunque se sigue utilizando también otras que cumplen la misma función.
El valor de esta licencia con una sigla única, personal e intransferible es de 0.3 UTM cada cinco años renovable, y los equipos van de acuerdo a las características tecnológicas desde los 100 mil pesos.