Cristián Venegas M.
El 40% de las aguas continentales que consume la minería es utilizada por las cupríferas de la Segunda Región, porcentaje que disminuyó en 4% el último año, según el estudio "Consumo de Agua y Energía en la Minería del Cobre al año 2016", presentado recientemente por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
El informe establece además, que dadas las bajas leyes de mineral de las operaciones (los óxidos registraron un promedio de 0,50%, y los sulfuros 0,81%), la industria requerirá mayores flujos hídricos en sus distintos procesos.
Esto se explica porque hay un considerable aumento en la cantidad procesada de sulfuros de cobre, que en 2016 fue cercano al 7% respecto al año anterior (575 millones de toneladas), minerales que se tratan mediante el proceso de concentración, en el cual es más intensivo el uso de agua.
Chile sube la región baja
Entre otros antecedentes, la investigación detalla que, según el Atlas del Agua de la Dirección General de Aguas (DGA), del 100% del agua utilizada el 2016 en Chile, el 3% corresponde al consumo de la minería. Al que se suma un 7% de otras industrias; 8% de agua potable; y 82% del sector agropecuario.
El total utilizado por las mineras, se divide en 13,61 metros cúbicos por segundo (m3/seg) de aguas continentales; 1,99 m3/seg de agua de mar; y un 43,25 m3/seg de aguas recirculadas. Lo que totaliza 59,31 m3/seg para la industria del cobre y significa un alza de 6,4% respecto al año anterior.
En la Segunda Región, en tanto, que produce cerca del 50% del cobre del país y contrario a la tendencia nacional, el consumo de agua continental, la más sensible medioambientalmente pues se divide en subterráneas (acuíferos) y superficiales (ríos); disminuyó en 0,20 m³/seg el año anterior (4%), pasando de 5,51 m³/seg en 2015, a 5,31 m³/seg en 2016.
Agua de mar es clave
El vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández, explicó que existen factores estructurales de la minería que afectan el consumo de agua que requieren las operaciones productivas, tales como el envejecimiento de las minas, las distancias de acarreo y la mayor producción de sulfuros.
En este contexto, el ejecutivo considera necesario optar por la construcción de plantas desaladoras e, incluso, utilizar la misma infraestructura para varias operaciones mineras y así disminuir sus costos.
En el mismo sentido, el informe explica que la escasez de agua se ha transformado en un tema estratégico para la minería y la búsqueda de opciones para enfrentar la estrechez hídrica ha llevado a las empresas a privilegiar la construcción de plantas desalinizadoras, que además permiten liberar recursos de agua fresca.
Es así que se prevén al menos 12 proyectos con uso directo de agua de mar y/o desalinización, y entre los proyectos más emblemáticos, por su envergadura, destacan la nueva desalinizadora de Minera Escondida, actualmente en construcción, y la del Distrito Norte de Codelco, recalcó el informe.
Planta que, según anticipó el presidente ejecutivo de la estatal, Nelson Pizarro, bombearía 1.680 l/s, con lo que liberaría el 50% del agua fresca de cordillera que consume actualmente la minera al 2024.
Establecer porcentajes
La diputada Paulina Núñez, presentó una iniciativa en el Congreso para modificar el Código de Minería en materia de uso de agua en faenas mineras, que apunta a avanzar en la utilización de plantas desaladoras en la industria del cobre, estableciendo metas como se hace ya hace unos años con la generación de energías limpias.
"Debemos avanzar en la tramitación de este proyecto, para que de esta forma las compañías vayan utilizando agua desalada en sus procesos. Hoy se avanza de esta forma en materia energética, inyectando progresivamente Energías Renovables No Convencionales (ERNC) a la matriz. para alcanzar un 20% al año 2025. Ahora debemos dar este mismo paso para la utilización de agua desalada en la minería del cobre", sostuvo.
La parlamentaria RN detalló que su iniciativa pretende que al año 2025 los proyectos mineros privados empleen al menos un 35% de agua de mar en sus procesos y los de empresas públicas un 40%.
Tramitar prontamente
El diputado y presidente de la Comisión de Minería, Marcos Espinosa, también ha liderado una iniciativa para establecer la obligación que los nuevos proyectos mineros, que requieran grandes flujos de agua para procesar, utilicen agua de mar en sus operaciones.
"A pesar que hay algunas empresas, incluidas Codelco, que han hecho inversiones para instalar plantas desaladoras, todavía no tenemos incorporado en nuestra legislación, la obligación que los proyectos mineros que requieren de más de 300 l/s para sus procesos productivos, las establezcan y ese es un proyecto que queremos empezar a tramitar prontamente", anticipó.
"No queremos que esto quede a discrecionalidad de las compañías mineras y como parte de sus políticas de responsabilidad social, sino que esté incorporado en la legislación como una obligación", agregó el congresista radical.
Por otra parte, Espinosa dijo, respecto del informe de la Comisión, que "el uso del recurso hídrico para actividades productivas mineras efectivamente ha disminuido en la región, pero en ninguna parte de ese informe se menciona cuál es la disponibilidad de los recursos hídricos. Entonces, si no está ese dato, uno podría fácilmente pensar que estamos frente a un escenario donde los recursos hídricos disponibles de aguas continentales, tanto superficiales como subterráneas, están al borde del agotamiento".
Falta información
El abogado y PhD en antropología de la Universidad de Cambridge, Alonso Barros, dijo que si bien los datos aportados por Cochilco respecto de la Segunda región, en que se redujo el consumo de agua continental 4%, son "una buena señal", el estudio es "acotado", pues "se limita a lo que las empresas declaran y representan solo la punta del iceberg".
En este contexto, el investigador dijo que la pregunta que debe formularse es "cómo dejar de usar tanta agua fresca en los procesos mineros, es decir, agua de los acuíferos, porque hay un estrés hídrico en la región de Antofagasta y en varias otras regiones, donde la masa total de agua continental va disminuyendo y esa cifra no se conoce muy bien".
Barros profundizó su análisis, planteando que el mayor valor que tiene el agua, es su capacidad de transporte, "porque el agua sirve para llevar el mineral desde los 3 mil metros hasta el nivel del mar y por simple gravedad. Entonces, el tema de cuánto vale el agua para la minería, es un tema que en Chile tampoco se conoce, o sea, cuánta agua hay involucrada en una libra de cobre", preguntó.
"Cuánta agua sale de Chile a través de los mineraductos a China, Japón, Australia u otros países, es un tema que tampoco no se conoce bien, no tenemos un balance hídrico muy claro respecto de esto", agregó.
En el caso específico de la provincia El Loa, el académico dijo que "la cuenca del río Loa, que está declarado agotado desde el 2000, se siguen explotando los derechos de agua por parte de Codelco y SQM, cuenca donde no hay un caudal ecológico ni un mínimo resguardo del río. No existe una conciencia ecológica clara respecto de la necesidad de conservar y preservar el recurso hídrico de parte de las empresas", aseguró.
El experto, que lleva 20 años trabajando con distintas comunidades del norte del país, consultado sobre la construcción de una desaladora en el Distrito Norte, dijo que "hay una tendencia y es una necesidad, porque se necesita bajar la presión sobre los recursos hídricos, porque si no, seguirá aumentando la desertificación y la destrucción de las aguas en altura, porque extraer aguas arriba produce daños en el ciclo hidrológico, secas vertientes y matas sistemas en las nacientes del agua", advirtió.
"Se necesita bajar la presión sobre los recursos hídricos, porque si no, seguirá aumentando la desertificación y la destrucción de las aguas en altura, porque extraer aguas arriba produce daños en el ciclo hidrológico".
Alonso Barros, Antropólogo U. de Cambridge"
"A pesar que hay algunas empresas, incluidas Codelco, que han hecho inversiones para instalar plantas desaladoras de agua de mar, todavía no tenemos incorporado en nuestra legislación, una obligación de las mineras".
Marcos Espinosa, Diputado Partido Radical"