Otro golpe al narcotráfico dieron los efectivos de Carabineros de la comuna de San Pedro de Atacama, quienes detuvieron a tres ciudadanos chilenos que comercializaban cocaína que diluían con jugo en polvo. El medio kilo de la droga incautada fue remitida de acuerdo a la disposición legal al Instituto de Salud Pública para su destrucción.
Cuatro ciudadanos extranjeros ingresaron al interior de un local nocturno ubicado en el sector centro de la ciudad, donde intimidaron a la regente para que les entregará la recaudación obtenida en el turno respectivo, trescientos mil pesos.
Posteriormente, antes de emprender rumbo sin dirección conocida, en un vehículo particular sin placa patente, estos delincuentes amenazaron a la mujer de 42 años de nacionalidad chilena, indicándole que no continuará trabajando para el dueño del establecimiento comercial de expendio de bebidas alcohólicas.
La denuncia fue concretada por el dueño del local, un hombre de 31 años, quien entregó los antecedentes a personal de Carabineros.
Otro hecho que registró la participación de cuatro extranjeros aconteció hace menos de 24 horas.
En este caso los delincuentes descendieron de un vehículo particular para agredir a un hombre de 38 años, al que golpearon con puños y pies, y además le sustrajeron la billetera con 50 mil pesos, y el teléfono celular en Diego de Almagro con O'Higgins en el sector nororiente de Calama.
Una funcionaria de la empresa contratista que presta servicio de aseo y ornato al municipio, en la limpieza de las distintas calles del sector centro de la ciudad, descubrió envuelto en un pañal al interior de una caja de zapatos un feto de diez centímetros, en la animita ubicada en calle Antofagasta con avenida Parque Poniente de Calama.
Según antecedentes recopilados en torno a este hallazgo, la mujer de 56 años, que realizaba dicho circuito de limpieza en el área céntrica de la capital de la provincia El Loa, indicó que retiró al igual que otros desperdicios y basura, una caja de zapatos de color rojo dejada al costado de la animita ubicada en el sector colindante a la Escuela de Párvulos Los Conejitos.
Posteriormente, cuando se encontraba en compañía del resto de sus compañeros de labores, en la empresa de aseo y ornato, procedieron a retirar los desperdicios recogidos en los carritos individuales que utilizan para cumplir con dicha tarea, y fue allí en donde se percató del pañal que cubría el feto de unos tres o cuatro meses de gestación, de acuerdo al tamaño del feto.
En forma inmediata se solicitó la presencia de efectivos de Carabineros del cuadrante respectivo, los cuales tomaron la declaración de rigor, remitiendo el feto al Servicio Médico Legal (SML).
Además el fiscal de turno instruyó la tarea de investigar al personal especializado de Carabineros, con la finalidad de establecer la responsable de este lamentable hecho que de igual forma conmociona a la comunidad.
Hace aproximadamente un mes atrás, que en la planta de tratamiento de aguas servidas de Calama fue encontrado otro feto de 17 centímetros en dicha ocasión.
Según los datos entregados en la oportunidad, cuando uno de los trabajadores realizaba las tareas de limpieza en una de las cámaras, se encontró con un bulto extraño. Al verificar que era, comprobó que se trataba de un feto.
Por diferencias de convivencia laboral dos ciudadanas extranjeras se trenzaron en una pelea al interior de un establecimiento comercial de expendio de bebidas alcohólicas en el sector centro de la ciudad, donde una de las involucradas resultó con contusión facial y nasal al ser agredida también por la tía de la compañera de trabajo.
Tras cumplirse la primera semana del juicio oral por el trágico fallecimiento del menor de dos años, Mateo Riquelme Tejada, con la declaración de los testigos y peritos forenses, queda de manifiesto el entorno de violencia, drogadicción y delincuencia que rodeaba a la víctima desde el primer día de vida.
Este pequeño de acuerdo a los diferentes relatos entregados en este juicio por parricidio e inhumación ilegal que cuenta como imputado a su padre Cristián Riquelme Araya, estaba sumido en un mundo marcado por la violencia intrafamiliar, drogadicción y delincuencia, con una madre que robaba para sobrevivir y se dedicada al microtráfico como parte del diario quehacer en compañía de otras amigas.
Esta situación originó como consecuencia que tuviera que cumplir sentencia en la cárcel, en compañía de su pequeño hijo, que debió permanecer un tiempo en la guardería del reclusorio femenino.
En su corta pasada por este mundo, el pequeño sufrió de acuerdo a las declaraciones entregadas de violencia por parte de la madre, la amiga de la misma, la tía y el padre adoptivo, además de otras personas que fueron parte de su corta vida.
Si bien, el juicio oral del caso de Mateo Riquelme Tejada que tiene como imputado al padre adoptivo, Cristián Riquelme Araya, arrojó una serie de antecedentes relacionados con los rasgos de sicopatías y de trastorno de personalidad del inculpado, también deja de manifiesto el entorno que rodeaba a la víctima, tanto es así, que en cada uno de los relatos queda en claro el comercio ilícito de droga, además de la violencia intrafamiliar.
Es así, como uno de los testigos considerado como conocido con el imputado, reconoció que el miércoles previó a la desaparición de Mateo le entregó al imputado un cheque con los documentos que encontró en un vehículo de la locomoción colectiva para que éste lo cobrará dado el parecido con el dueño del documento bancario.
Asimismo se han dado a conocer otros hechos que son considerados como normales por las personas que concurren a prestar declaración, pero que claramente son hechos delictivos.
Continúa a partir de las 8.30 horas, el juicio oral por la muerte de Mateo Riquelme. Lunes 12
Diciembre de 2014 su padre y tía dijeron que el menor se les perdió desde el parque 21 de mayo.. Sábado 6