Crecen regulaciones al arsénico presente en los concentrados de cobre
EXPERTOS. Seminario internacional abordó las penalidades que sufren los minerales con altas impurezas, restricciones que incluso limita su transporte marítimo y terrestre.
Como parte de la semana del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), se desarrolló en Santiago el Primer Seminario Internacional de Minería e Impurezas. Encuentro que puso especial énfasis en las tendencias regulatorias de los mercados internacionales a los minerales complejos y en particular a los que tienen un alto contenido de arsénico y otros subproductos complejos.
Más estrictos
La actividad, en que participaron expertos canadienses, japoneses y nacionales, comenzó con la exposición del gerente general de la filial de Codelco, Ecometales, Iván Valenzuela, quien advirtió que las regulaciones internacionales serán cada vez más estrictas para el sector cuprífero.
"No es fácil el futuro, pero al mismo tiempo representa una gran oportunidad para el manejo de impurezas y recuperación de valor. Con inteligencia y recursos podemos traducir esas restricciones en nuevas y mejores soluciones, compatibles con el cuidado del medio ambiente, y con la realización de buenos negocios", aseguró el ejecutivo de la empresa que ha logrado estabilizar el arsénico.
Valenzuela agregó que en este escenario será clave "abordar la problemática de residuos e impurezas es uno de los principales desafíos de la industria minera. Es imprescindible hacerlo públicamente para movilizar voluntades y recursos que apalanquen iniciativas de investigación y de política pública".
La ministra de Minería, Aurora Williams, que también tomó parte del seminario, coincidió con Valenzuela en su diagnóstico: "en el concierto internacional se siguen elevando las exigencias de los mercados en cuanto a las impurezas del cobre para su traslado, su producción y explotación. Este escenario significa trabajar en frentes diversos: impulsando el desarrollo de tecnologías que hagan más eficiente la producción de cobre; incorporando innovaciones en cada una de las etapas productivas; reduciendo los costos de fundición que se ubican entre los más altos a nivel mundial y mejorando las políticas públicas que faciliten un modelo de producción acordes a estos nuevos desafíos", analizó.
Nuevas restricciones
En materia de tendencias regulatorias, el secretario general del Grupo Internacional de Estudios del Cobre (GIEC), Don Smale, advirtió que a nivel mundial existe una heterogeneidad de regulaciones para distintos contaminantes, pero con el denominador común de que siempre van al alza y amplían su espectro de aplicación. Estas abarcan regulaciones en el ámbito de la salud y seguridad laboral, impactos medioambientales en aire, suelo y cursos de agua; y el transporte aéreo, en la que la IMO (International Maritime Organization) ha desplegado gran iniciativa. Y si bien la industria ha reaccionado mejorando tecnologías, las penalizaciones a distintas impurezas constituyen riesgos nada despreciables.
A nivel nacional, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández, sostuvo que estos desafíos "deben transformarse en políticas públicas y en responsabilidades para las empresas", aunque descartó que se vaya a imponer reglas a la industria privada, sino más bien generar lineamientos para la industria pública (Codelco y Enami), y esperar prudentemente la maduración de las soluciones tecnológicas, para tomar opciones de regulación e inversión.
Por su parte, el director de la división Tecnológica de Minería y Metalurgia de Japón (JOGMEC), Taro Kamiya, indicó que la estrategia de su país, que tiene cinco fundiciones de cobre, pero carece de producción propia -es importador neto de concentrados- está orientada a reducir las impurezas en el proceso de producción del concentrado, antes de llevarlo a fundición. Si bien reconoce que se trata de un reto de gran dificultad, considera que es un camino posible para que las fundiciones puedan dar cumplimiento a regulaciones más restrictivas.
Elementos críticos
Sin embargo, en materia de impurezas no todo es restricción y amenazas. Desde otro punto de vista, aparecen no pocas oportunidades para recuperar valor desde el procesamiento de impurezas, mediante la recuperación de subproductos, tan escasos como valiosos. En este contexto, el Dr. David Dreisinger, investigador en Hidrometalurgia de la Universidad de British Columbia, Canadá, quien ha trabajado codo a codo con la industria minera en esta materia, llamó a abandonar la conceptualización de impurezas y reemplazarla por la de "elementos críticos".
Dreisinger se refirió a las 20 materias primas definidas como críticas por la Unión Europea, entre las que se encuentra una serie de metales como el selenio, el telurio o bismuto, asociados a al procesamiento del cobre, que se utilizan en la industria energética y farmacéutica y cuyos precios superan ampliamente el valor actual del cobre.
"Necesitamos tener una estrategia para recuperar valor en la industria minera y eso pasa por conceptualizar de manera distinta", insistió el especialista, comentando el caso de las tierras raras en China, que en tres décadas pasó de producir concentrado de estas a aplicaciones en motores y electrónica.
"No es fácil el futuro, pero al mismo tiempo representa una gran oportunidad para el manejo de impurezas y recuperación de valor".
Iván Valenzuela, Gerente general de Ecometales"
"Necesitamos tener una estrategia para recuperar valor en la industria minera y eso pasa por conceptualizar de manera distinta".
David Dreisinger, Doctor e investigador"