Caso del hombre calcinado escribe un nuevo y enigmático capítulo
POLICIAL. Dos de los tres presuntos culpables se suicidaron, tras ser acusados de participar en el secuestro, tortura y muerte del calameño Freddy Orellana.
"Este año que viene venga lleno de bendiciones para todos y no volver a cometer más errores", fue el último mensaje que escribió Freddy Orellana (39) a inicio del 2016 en su Facebook. A los meses fue absuelto de cargos y salió de la cárcel para instalarse en la casa de su madre en calle Latorre de la población O'Higgins, lugar donde nació y era muy conocido. Jamás se imaginó que tenía los días contados y lo que es peor, que sería víctima de la muerte más cruel y brutal de la que se sepa en la última década en Calama.
El domingo 26 de junio, personas que jamás han querido revelar su nombre y son piezas claves en esta investigación, recorrían distintas cuevas del sector Ojo Opache de Calama, hasta que notaron que desde una de ellas salía mucho humo. La curiosidad les ganó y sin saber con qué se encontrarían, llegaron a este lugar de difícil acceso. Donde quedaron frente a un cuerpo completamente calcinado, lo que denunciaron inmediatamente a Carabineros, pese a estar descontrolados e impresionados con lo que habían visto. Desde ese minuto, empezó un puzzle policial que hasta hoy sigue sumando nuevos antecedentes.
Caso calcinado
Desde el momento que encontraron el cuerpo de Freddy Orellana, su caso impactó tanto a la comunidad como a las autoridades, ya que nadie podía entender la crueldad utilizada para asesinarlo. Para el Labocar de Carabineros fue difícil poder identificarlo, ocuparon la más moderna tecnología para dar con su nombre. En cuanto supieran quién fue, empezaron a aparecer otros dantescos detalles. Freddy no solo fue quemado, fue torturado con múltiples golpes en su cuerpo que terminaron con sus extremidades fracturadas. Además sus manos estaban esposadas y sus pies atados con cadenas, una vez inmovilizado fue sujetado al piso con estacas. Recibió dos impactos de bala que le causaron traumatismo encéfalo craneano. Uno en la frente y otro en su pómulo derecho y lo único que no se ha podido establecer aún es si estos le causaron la muerte para luego ser quemado o bien si ardía cuando se percutaron. "Los homicidios de por si son potentes, son fuertes, pero este caso se sale de la norma. Claramente demuestra un grado de ajusticiamiento bastante exagerados", indicó a Soy TV en ese momento, el fiscal jefe de la provincia El Loa, Cristián Aliaga.
Detenidos
La investigación se ha extendido por meses y como casi sacado de una película, fue una mala decisión que llevó a la justicia a armar todos los cabos sueltos que tenían en ese momento. Las pericias tenían nombres e incluso pruebas de los posibles responsables de este asesinato, pero faltaba ese puente para dar con ellos. No fue solo hasta finales de julio que se conoció el suicidio de Iván Donoso (29) en el peligroso juego de la "ruleta rusa". Resultó que el arma de fuego con que se quitó la vida, era la misma que le habían disparado a Freddy Orellana. Fue a principios de agosto del 2016, que por fin dieron con los otros dos principales sospechosos, a los cuales los habían seguido por semanas, luego que fueran captados por una cámara de seguridad de un servicentro, comprando muchos litros de bencina en un taxi colectivo que fue visto en Ojo Opache el día que murió Freddy.
Segundo suicidio
El puzzle ya estaba casi armado, eran tres los principales sospechosos de este homicidio, uno de ellos se había suicidado y quedaban los dos restantes, uno de ellos conocido de la víctima y poseedor de un amplio prontuario policial. El segundo conductor de la locomoción colectiva y que se encargó de trasladar a todos ese día del delito. Se dieron 120 días de investigación y ambos quedaron en prisión preventiva. Pero en silencio y sin dar jamás detalles de lo ocurrido, en su celda en la Cárcel de Tocopilla a inicios de este 2017 se quitó la vida César Cortés (38). La participación de él habría sido principal en este crimen.
Esta semana se hizo la reconstitución de escena, que dejó al descubierto que Freddy fue torturado al menos durante cinco horas antes de ser asesinado. Diligencia que además reveló que queda solo un detenido en este caso. Este último de 30 años y quien en su momento estuvo en calidad de cómplice, quien deberá enfrentar solo la responsabilidad.
"La definición o concepto de autoría igual engloba la conducta que desplegó el testigo, es tan autor como el otro formalizado. En cuanto las penas estamos ante un homicidio calificado, con varias circunstancias agravantes y alguna atenuante, la pena se calcula al cierre de la investigación y esto aún no sucede", expresó el fiscal Aliaga.