Condenan a cuatro de los participantes de un robo a una joyería y un supermercado
PENAS. El Tribunal Oral en lo Penal los sentenció luego de comprobarse su participación en ambos ilícitos, cometidos con minutos de diferencia.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Calama, condenó a cuatro imputados a los cuales encontró culpables de cometer un delito frustrado de robo con intimidación y un delito consumado de robo con intimidación y violencia, en perjuicio de la joyería Venezia y el supermercado Santa Isabel de Calama.
Los acusados, Israel Isaías Pizarro Navarro de 33 años, Juan Manuel Leal Huanel de 26 y Joey Michael Contreras Tapia de 25, fueron condenados por estos hechos a cumplir una pena efectiva de 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio. Por su parte, Francisco Javier Toro Valenzuela, fue condenado a una pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, por los dos delitos iniciales y además deberá cumplir otra pena de 541 días de presidio menor en su grado medio por un delito de porte ilegal de arma de fuego, ambas penas las deberá cumplir de manera efectiva.
Respecto a los hechos por los que acusó la fiscal Priscilla Gunaris, el primero de ellos ocurrió el 23 de agosto de 2015, a las 11.20 horas, cuando los imputados concurrieron a la joyería Venezia, ubicada en el tercer piso del mall loíno e ingresaron a dicho lugar con armas, al parecer de fuego, intimidando al propietario al que le exigieron la entrega de la recaudación.
Mientras, otros intentaban romper una vitrina lo que no consiguieron al escucharse un ruido parecido a un disparo, huyeron a bordo de un vehículo que los esperaba en el lugar.
Minutos después los mismos imputados ingresaron al supermercado Santa Isabel ubicado en avenida Granaderos, golpeando y derribando al guardia de seguridad, luego intimidaron a las cajeras y se apropiaron de las gavetas con dinero. Un testigo, alcanzó a anotar la patente del vehículo en que se movilizaban, el cual fue localizado en momentos y lugares próximos.
En el juicio, los cuatro imputados -y ahora condenados- renunciaron a su derecho a guardar silencio y reconocieron su participación en los hechos.
Los sentenciadores, luego de valorar la prueba presentada por la fiscal acusadora, dieron por acreditado, tanto el delito como la participación que en el mismo correspondió a los cuatro acusados que perpetraron los robos, y que finalmente recibieron sus sentencias tras estos dos hechos que protagonizaron.