Las citas que tenía el crítico ascanio cavallo con raúl ruiz partían como una entrevista y terminaban siempre en tertulia muy regada.
Ascanio Cavallo es uno de los críticos de cine más respetados en Chile. Conoció a Raúl Ruiz a fondo entrevistándolo varias veces y reuniéndose con él también sin grabadora. Además, coincidió en París con el cineasta cuando en 1983 la revista "Cahiers du Cinema" le dedicó al chileno un número especial. "Estaba en un momento de esplendor. Nos juntamos en un bar en la Plaza de la République, donde iba siempre, porque vivía por ahí. Y me dijo: a la función de ayer fue 'tout París'".
"Todo París" no era más que 200 personas. Raúl -dice Ascanio- vivía en forma corriente. La plaza de la République era "bien de clase media" y allí el cineasta logró un barrio personal, de amigos. "Hoy todo París es pirulo, pero en esa época no", recuerda Ascanio Cavallo. "Fuimos a ver 'Sinuhé el Egipcio', cosas que nos gustan a los cinéfilos no más: un bodrio. Todas las transiciones estaban hechas con fundido encadenado y Ruiz lo disfrutaba: 'esto no es un relato, sino un sueño', decía".
Una de las mejores entrevistas hechas a Ruiz la hizo Ascanio Cavallo durante ocho horas en un bar. "Salí borrado de allí", dice.
-¿Cuál era el bar favorito de Ruiz?
-En los ochenta te lo encontrabas en el Bar Unión, un bar pinganilla, pero con esa elegancia antigua de los mozos viejos y amables. Una vez tuvimos una sesión espantosa que partió a mediodía. A las ocho seguíamos conversando. Yo salí borrado. Nos bajamos cuatro o cinco botellas de vino, fácil. No me acuerdo de nada. Sólo sé que grabé hasta que se me acabó la cinta.
-¿Ruiz sólo tomaba vino?
-Vino tinto.
-Vino tinto.
"Ruiz es de un genio bastante irrepetible. En el cine es nuestro Neruda, esa es la firme. Tuvo una inmensa influencia universal. Tres Tristes Tigres está dedicada a Joaquín Edwards Bello, Nicanor Parra y al Colo Colo. A Ruiz siempre le fascinó la chilenidad. Esta cosa medio doble, medio chueca del chileno", cuenta Cavallo.
Mucho. Usaba el absurdo del lenguaje y le gustaba lo borgeano con esas referencias mareadoras que dices: ¿me está hueveando?
-¿Cuál sería el motor de Ruiz?
-El humor como un revelador de la condición humana. Y del lenguaje que construye nuestra percepción del mundo, distorsionada, siempre distorsionada. Esas verdades que se repiten sin salida. Se va desenvolviendo sin un sentido aparente. No se entiende, pero cuando lo ves completo, tiene sentido.
-El estaba encontrando en el lenguaje y en el misterio de la chilenidad una forma de expresión personal dentro de Chile. Y cuando salió al exilio, vio que esta forma se podía aplicar a todo. Así, deja de ser chileno y se convierte en universal. Como Shakespeare: los reyes se entienden en todas partes.
-Pública, lo mejor. Y sin universidad completa. Mucha educación de la casa, del universo de la casa: los amigos, el papá que era un marinero mercante del puerto. Su educación fue la de los años cincuenta de colegios públicos buenos, familias extendidas de hartos lazos, de esos que están todos juntos, con los amigos, con el barrio. Y luego una infinidad de referencias culturosas, autodidactas.
-Él valoraba mucho la lectura popular, a pesar de que eran escritos por aristócratas, porque aquí la gente pobre no escribía. Leía cuentos de fantasmas, de campo. Rescató autores que fueron muy leídos en su tiempo, pero que ya están en un olvido súper injusto. Por ejemplo, Hernán del Solar.
-Yo creo que quiso empatar a Hernán del Solar con Proust. En "El Tiempo Recobrado" agarra un poco para el fideo a Proust. Hay hasta un afiche de Cocoa Raff.
-Nunca se ha hecho algo así en Chile. Y en todos estos años salvo para los críticos, nadie sabía lo que estaba haciendo Ruiz. -¿Vio usted las 113 películas que hizo?
-Nadie las ha visto todas.
-Es que "Palomita Blanca" ya es un milagro. Se salvó de los militares porque tenía el título de película francesa.
-Más o menos no más.
-Pero nunca lo practicó. Él inventó un sistema impracticable. Diseñó un cine obrero y uno de propaganda, otro testimonial y de autor, pero no solo no lo puso en práctica, sino que era completamente inviable. Inventaba teorías de cine a cada rato.
-Claro que sí, pero él primero se fue a la RDA y rápidamente partió a Francia. Skármeta tenía un amigo cineasta alemán que tras el Golpe le ofreció un contrato para ser guionista. Skármeta, una vez allá, le ofreció contrato a Ruiz. No era una huida, sino una salida en regla, con contrato. No pasó por la cordillera, ni se asiló.
-Pero allá hasta los exiliados se le fueron en contra con "Diálogos de exiliados".
-El MIR lo condenó a muerte. Era una inmensa tomadura de pelo: mostraba cosas que los exiliados no querían mostrar. Esa película dejó la escoba.
-A él no le importaba nada. Le sirvió para separarse del cine del exilio. Porque ese cine, con razón o sin ella, era muy llorón y estaba pegado en torno a los temas de la dictadura .
-Como dice Osvaldo Puccio: Los vietnamitas que llegaban de la guerra quemados, con los brazos cortados, las guaguas mutiladas, no eran nada comparado con lo que habían sufrido los chilenos: unos gorditos rosaditos. Esa película separó a Ruiz de ese lote.
-Nadie podía creer que en los 70 se pudiera adaptar este filósofo que era muy prestigiado, algo así como un Zizek de ahora. Ruiz era amigo de Klossowski. Eso pegó en la elite francesa de un viaje. Así fue que le empezaron a encargar cosas raras.
-Hay una película que es reversible. Vista en el orden normal es un hombre que se levanta en la mañana y va a trabajar. Y si la pones del último cuadro hacia el principio, es un asesinato.
-Las mismas, pero al revés. el Amigo de sus amigos
-Esa es la desgracia: casi toda su obra es más accesible en otras partes. En Francia puedes llegar a ver unas 80.
-"Tres Tristes Tigres", porque es un retrato de Chile urbano, que ha dejado de ser campesino en una época en que aún el cine eran los pobres y los que llegaban del campo, esa cosa medio triste y amargada. Ruiz rompe el esquema de las clases sociales. Como me explicó una vez: "Uno es un lumpen burgués y el otro un lumpen proletario".
-Sí, porque es la anticipación de la Unidad Popular. Es impresionante, porque es totalmente premonitoria. También me parece esencial "Días de campo" y "La noche de enfrente" que es la última.
-"Las Tres coronas del marinero", autobiográfica. Y el Valparaíso que recreó en Portugal, una de las más sentimentales de Ruiz. Y su idea del laberinto se puede ver en "El Tiempo Recobrado" y en el "Techo de la Ballena".
-Podía filmar con dos lucas. Era un gallo al que no le importaban los recursos. Eso lo distancia mucho del cine chileno, todos llorones. "No me dieron el Fondart", eso no era de Ruiz. El dinero no fue un obstáculo. "El tiempo recobrado" sí que es una superproducción, por los actores, todos muy caros.
-Llegó un punto en que Ruiz agarró tal fama que los actores estaban dispuestos a trabajar gratis con tal de ser dirigidos por él. Malkovich, que ahora preside la fundación Los Amigos de Ruiz, trabajó gratis no una, sino varias veces. Seguramente alguna vez que pudo le pagó, como lo haría con un amigo.
-Bruno Cuneo, su amigo, le ayudaba con los formularios.
-A Ruiz le pasaban plata para hacer una película y quería hacer 10. Eso fue "Cofralandes". En una época en que la tecnología no era tan accesible como ahora, siempre se saltó el costo. Se reía de "llorar la pobreza". Hacerse el pobre no era lo suyo.
-De la luz. Un día estaba con fotómetro. Y me dijo: "Oye, que está mala la luz". Y yo le digo: "Pero si hay sol, está lindo". "No", me dice. "Mira, si lo pongo para allá, se ve mal. Para allá, peor, se me quema la imagen". "No sé, hueón, de qué me estas hablando", le digo. Y me dice: "Esta es una ciudad infilmable, tiene una luz como las huevas".
Por Andrea Lagos G.
-¿Y en Francia?
El genio
-¿Y tiraba la talla también?
-Difícil traducirlo en palabras.
-¿Qué tipo de educación tuvo Ruiz?
-¿Qué libros leía, colecciones Ercilla, los libros del colegio?
-Y de ahí se fue con Proust.
-En París están viendo todas sus películas y en Chile nadio vio nunca nada.
-Como "Palomilla Brava", la película que hizo con el casting de "Palomita Blanca".
-¿Ruiz huyó de los militares?
-En la entrevista que le hizo Lihn hablaba de un cine hecho por obreros.
-Pero su sentimiento de nostalgia en el exilio, ¿era genuino?
-¿Y a él eso le afectó?
-Era como lo esperable, ¿no?
¿Cuál fue el lazo con Pierre Klossowsi, el filósofo francés?
-¿Qué tan raras?
-¿Cómo? ¿Con las mismas fotos?
-¿Cómo lo hace un chileno que quiere ver las cintas de Ruiz?
-¿Cuáles dirías como crítico que son las indispensables?
-¿Y "Palomita Blanca" también sería indispensable?
-¿Y de las hechas en Francia?
-¿De dónde sacaba plata Ruiz para filmar?
-¿Y les pagó?
-¿Pero se quejaba de algo?
"En los ochenta te encontrabas a Ruiz en el Bar Unión, un bar pinganilla, pero con esa elegancia antigua de los mozos viejos y amables".
dinko eichin frost
"Su educación fue la de los años 50, de colegios públicos buenos, familias donde están todos juntos, con los amigos, con el barrio".
"Llegó un punto en que Ruiz agarró tal fama que los actores estaban dispuestos a trabajar gratis con tal de ser dirigidos por él".