Bryan Saavedra López
Hace un año que Herna Chávez Órdenes (67) quedó viuda. La deprime hablar de su enfermedad en la que tendría que gastar arriba de un millón de pesos en medicamentos si no fuera porque se los entrega el hospital.
La señora Herna vive con dos nietas de su única hija y considera que la pensión que recibe es "mínima". Por eso debe subsanarla con los ingresos de su familia.
"Ahora ya estoy jubilada y hago lo que no hice cuando era joven", expresa Herna optimista. El hecho de asistir a distintas actividades gratuitas de la Casa del Adulto Mayor del municipio, le levanta el ánimo.
Sin embargo, esta mujer está dentro del grupo de adultos mayores que reciben una pensión, en promedio, de $145.925 por vejez (no incluyendo invalidez, años de servicios ni otras jubilaciones), de acuerdo a la Superintendencia de Pensiones en sus estadísticas al 30 de octubre de este año.
Esta cifra reúne un promedio entre las seis AFP existentes y resulta agobiante, dado que es menor al sueldo mínimo ($225.000).
Sin embargo, a nivel regional, Antofagasta es la región que, en promedio, más recibe de pago de pensiones por vejez. Puesto que sólo es superada por la Región Metropolitana con un promedio de $163.590. Y al final de la lista está la Región Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo con una media de $101.380 en sus pensiones por vejez.
Si a esto le sumamos que en la región hay 13.313 adultos mayores bajo la línea de la pobreza multidimensional, según la Encuesta Casen de 2013, lo que implica que concretamente no tienen ingresos, vivienda ni educación para valerse por sí mismos. Es algo para alarmarse y salir a pedir explicaciones a las AFP y los gobernantes.
Proyecciones
Y aún más preocupante es que en 50 años este número aumentará considerablemente.
¿Por qué? Porque de acuerdo al estudio "Pensiones en un Vistazo" de la Ocde, en los siguientes cinco décadas, Chile registraría la tercera mayor alza de jubilados (mayores de 65 años) de los países Ocde.
El país tendría un aumento de esta población en un 280%, sólo superado por Turquía con un 360% y México, que encabeza el listado con un alza de 440%. En cuarto lugar está Corea del Sur con un 240%.
"Los cuatro países están entre aquellos con las tasas más altas de pobreza de la tercera edad e indexan sus pensiones de primer nivel a los precios. Si bien el declive en el valor relativo de los beneficios en el tiempo mitigaría el impacto del envejecimiento de la población sobre el gasto público hasta cierto punto, el costo social sería muy alto", advierte el documento Ocde.
El estudio además demuestra que México es el país más joven -dentro de los cuatro- con un ratio de dependencia de 12. En la práctica eso significa que hay 12 mayores de 65 años por cada 100 personas en edad económicamente activa.
En Chile esta cifra es de 17 y en 2075 aumentaría, alcanzando un ratio de 63, inferior al de México con 59 y Turquía con 55, de acuerdo al estudio internacional.
Informe
El informe Ocde, además, revela que en Chile el 60% de los jubilados recibe una pensión básica. Y detalla que "a medida que la población envejece rápidamente, el gasto tendrá que aumentar o los beneficios tendrán que subir más lentamente que la inflación para mantener el gasto constante bajo los supuestos económicos de la Ocde".
El promedio de pensiones que reciben los jubilados en Chile bordea los $175.000, provocando un descontento enorme en la población que desconfía del sistema de pensiones creado en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet, impulsada por el economista José Piñera.
Considerando sólo el primer semestre de este año, las AFP obtuvieron utilidades de $240.000 millones.
En desmedro a esto, y por sus bajas pensiones y ganas de autorealizarse, los abuelos de Chile han tenido que salir a trabajar. Esto lo demuestra el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que estimó que durante el 2014, el 47,5% de los puestos de empleo creados (109.000 en total), fueron ocupados por mayores de 60 años. Lo que significa un aproximado de 52.000 personas.
A raíz de esto que este último año hay un amplio debate respecto a las pensiones del país. Principalmente por la promesa presidencial de Michelle Bachelet que se "materializó" en la Comisión Bravo, que -tras más de un año de trabajo- entregó sus propuestas al gobierno en septiembre (ver recuadro en página 3).
A pesar de ello, el problema de las AFP continúa en debate en el país. Y varios académicos y economistas detectaron algunas deficiencias en las propuestas de la Comisión Bravo.