Condiciones climáticas perjudicaron el trabajo científico de la región
El fenómeno El Niño, que no se presentaba tan fuerte desde 1998 (por eso el apelativo "Niño Godzilla") ha provocado inusuales lluvias, vientos y una anormal cantidad de días nublados en el norte del país.
Todos factores que han transformado a 2015 en un año complicado para la observación astronómica, que tiene epicentro mundial precisamente en esta región.
En el observatorio Paranal, ubicado 130 kilómetros al sur de Antofagasta y a 2.600 metros de altura, este año registran un aumento de 17% en la cantidad de días de observación perdidos por malas condiciones atmosféricas, lo que incide directamente en el delicado trabajo que realizan científicos de todo el planeta.
Algunos de estos astrónomos postulan con un año anticipación para tener una o dos noches de observación a través de los poderosos lentes de Paranal y, por lo mismo, una noche nublada o una inesperada lluvia en el desierto más árido del mundo representan un pésimo panorama.
"Se trata (sin embargo) de un riesgo que ellos asumen", explica el jefe de Operaciones Científicas del observatorio, Steffen Mieske.
Lo normal es que al año la observación astronómica no se pueda desarrollar durante 40 noches debido a nubosidad u otros problemas atmosféricos, y este año ya suman 47 las noches perdidas (17% más).
"Han habido meses bastante malos, donde tuvimos un 30% más de días malos, pero después hubo otros con ninguna noche mala. Entonces el promedio anual sigue siendo bueno", aclara Mieske.
Lluvias
Según explica el astrónomo, el problema de las noches de estudio perdidas debido a malas condiciones climáticas, se ha ido acentuando los últimos cinco años, aunque los eventos más extremos son claramente los vividos durante 2015.
"El 25 de marzo (día en que cayeron más 40 mm. de agua en Taltal) tuvimos un efecto fuerte en nuestro observatorio y nos demoramos un par de días en recuperar los sistemas. El 9 de agosto (aluviones en Tocopilla) no fue algo tan fuerte, porque no hubo mucha lluvia y el efecto fue más de neblina. Eso sí, cerramos por una noche, pero no hubo daños en los instrumentos. A finales de marzo fue más intenso, porque algunos instrumentos quedaron fuera de operaciones entre dos y tres días", recuerda Mieske.
Además de atraso en investigaciones los días nublados tienen una expresión económica, pues el minuto de observación astronómica está valorizado en 120 euros, lo que traducido a moneda nacional son alrededor de 90 mil pesos.
Nubes
Los años 2013 y 2014 también fueron complejos para la observación astronómica.
Junio de 2013 registró 191,1 horas de sol, la casi mitad que en enero del mismo año (332,6 horas). Agosto de 2014 no fue mucho mejor. Hubo 193,8 horas de sol, transformándose en el mes más nuboso del año pasado, según datos de la Dirección Meteorológica de Chile.
Además, durante agosto, septiembre y octubre de 2014 hubo más de 6 "octas" de nubosidad en Antofagasta.
Esto significa que si miramos el cielo como una pizza cortada en ocho, seis de estos trozos estaban nublados.
Efectos
El astrónomo de la Unidad de Astronomía de la Universidad de Antofagasta (UAUA), Christian Nitschelm, dice que durante los dos últimos años el clima no ha sido favorable para él y sus colegas en la región.
"Para observar en espectroscopia podemos tolerar un poco de nubes delgadas, pero en fotometría es imposible. Necesitamos un cielo totalmente puro, uniforme y sin variaciones", explica.
Nitschelm recuerda un episodio frustrante en su carrera, cuando postuló desde Europa al observatorio La Silla, en la Región de Coquimbo.
"Yo estaba haciendo mis estudios y de seis noches y perdí dos noches y media por el viento y las nubes", cuenta.
El experto explica que, en términos simples, para un astrónomo la nubosidad es equivalente a lo que experimenta cualquier persona cuando pone una pantalla a una lámpara.
"Un científico puede venir de Inglaterra o Alemania para una noche de observación en Paranal. Llega y hay nubes... De vuelta. Vino a Chile por nada", sentencia.
Alma
El radiotelescopio ALMA se ubica en el Llano de Chajnantor, a 5.000 metros sobre el nivel del mar, y tiene capacidad para escudriñar el cielo durante las 24 horas del días.
Desde allí, Itziar de Gregorio-Monsalvo, Program Manager Astronomer de ALMA, dijo que el " extraño clima" de este año no se ha sentido.
"Tenemos una forma de trabajo flexible que nos permite paliar los contratiempos climatológicos, de tal forma que asignamos tiempo de observación a proyectos de mayor longitud de onda (que se ven menos afectados) cuando las condiciones empeoran", precisa Itziar, quien dijo que la comunidad científica que desarrolla investigaciones a través de ALMA "no ha tenido grandes quejas por el clima este año".
A diferencia de Paranal, a ALMA no se trasladan demasiados astrónomos y muchas de las investigaciones se realizan de manera remota.
Steffen Mieske, Jefe Operaciones
en Paranal
"Hemos tenido meses bastante malos, incluso con un 30% más de días nublados. Pero otros han sido bastante buenos".
Christian, Nitschelm, Astrónomo, de la UA
"El tiempo de uso de los telescopios es carísimo. Por eso se pierde mucha plata cuando aumentan las noches nubladas".
"Niño Godzilla" provoca nubosidad
El fenómeno de El Niño provoca cambios en el movimiento de las corrientes marinas de la zona ecuatorial. Éstas se propagan hacia el norte y sur de América como una onda de aguas cálidas. Este año El Niño tiene similitud al de 1998, que provocó lluvias torrenciales en la zona central de Chile. Y al llegar con cierto retraso, ocasionó precipitaciones en la primavera y extremó las temperaturas en el norte de Chile. Las primera manifestación de este fenómeno en la región fueron las lluvias del 9 de agosto, que provocaron un aluvión en Tocopilla. El evento dejó seis víctimas fatales y cuantiosos daños materiales. Una de sus manifestaciones es el aumento de la nubosidad.
90.000 pesos cuesta cada minuto de observación a través de los poderosos lentes de Paranal. Por eso cada noche nublada es un problema, además de científico, de costos económicos.
332 horas de sol tiene en promedio un mes veraniego, como enero. En los meses invernales la exposición solar cae por la presencia de nubes que en ocasiones se internan en el territorio.
130 kilómetros separan el observatorio Paranal de Antofagasta. El centro está ubicado a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar y es uno de los más importantes del planeta.