Oficiaron primera misa en el tradicional 'Cristo Redentor'
actividad. Fieles y transportistas celebraron eucaristía en la pequeña gruta que desde ayer goza con una remozada estructura para cultos y visitas de los fieles.
A39 años de su creación en la quebrada que da la bienvenida a los vehículos que ingresan por el norte de Calama, el Cristo Redentor recibió ayer un gran número de fieles y de personas vinculadas al transporte mayor de la ciudad para celebrar la primera eucaristía desde que en 1975 fuese traído e instalado en ese espacio.
Como una acción de agradecimiento de los entonces transportistas de la 'Línea 2' que trasladaba trabajadores de Calama hacia el mineral y viceversa, que guarda relación con el trabajo y los servicios ofrecidos a la gran minería, el Cristo Redentor fue traído a la ciudad y desde entonces comenzó a ser frecuentado por el gremio y venerado por los fieles loínos.
'En aquella época, en que conformábamos la entonces llamada 'Línea 2' de transporte de trabajadores, decidimos traer el Cristo y cobijarlo en una pequeña gruta, y que con el paso de los años fue creciendo en devoción y respeto de la comunidad', contó Lautaro Contreras (78), el último de los miembros vivos de aquel gremio de transportistas de aquellos años.
Hoy, existen nuevas generaciones que con esfuerzo de muchos fieles han logrado remozar lo que fuera una gruta, para dar forma a una pequeña capilla, en la que ayer fieles, tres bailes religiosos y una comunidad ferviente del Cristo Redentor realizó la primera misa en el lugar. 'Hoy tenemos el orgullo y la alegría de oficiar una misa, e inaugurar este espacio que protege y guarda la fe y el cariño que tenemos en nuestro Cristo Redentor', dijo Ada Ramírez sobre la significativa eucaristía.
Gustavo Traslaviña, otro de los custodios del Cristo Redentor explica que 'este Cristo recibió dos atentados, y ha sobrevivido al paso de los años y el deterioro del clima y del tiempo. Pero gracias al desinteresado aporte de fieles y de una comunidad cariñosa y agradecida, hemos podido hacer arreglos y mejoras para que nuestro Cristo siga dando la bienvenida a quienes ingresan por este sector, y a recibir sus bendiciones para Calama', expresó.
Durante los años 70, el 'Cristo siempre fue venerado y también muy querido por los transportistas. Respeto y también fe que pronto comenzaron a manifestar muchas otras personas que de a poco vieron en su imagen algo profundo, y que inspiró mucha seguridad en la entonces única vía de entrada y salida desde Calama hacia el mineral de Chuquicamata', agregó Lautaro Contreras, sobre la venerada figura.
'Decidimos traer el Cristo y cobijarlo en una pequeña gruta, que con el paso de los años fue creciendo en devoción y respeto de la comunidad'.